martes, diciembre 06, 2011




18/07/06
Comencé a correr como si corriendo sin parar se fuese a gastar el dolor que llevo por dentro, como sin con cada paso dejara atrás un poco de ese peso que no me deja respirar.
El cielo esta cubierto de nubes y el frío golpea mis manos
haciéndolas sangrar; los árboles no tienen hojas y el césped es de color amarillo como si se hubiese quemado; el invierno hace peor mi tristeza.
No se adonde ir, solo se que no puedo detenerme, pues en el momento que lo haga recuperare la conciencia de mi dolor.
¡Que confusión! que terrible es tener un problema y no saber donde buscar la solución, donde encontrar respuestas.
Mirar al cielo esperando ver una señal o te volteas rápidamente esperando agarrar desprevenido a tu ángel guardián, pero no los ves y te sientes con mas ganas de correr como si en algún momento del camino los fueras a encontrar.
Me siento cansado pero ello no mitiga mi dolor.
Quisiera encontrar algo que me haga perder la conciencia, que me aísle de la realidad.
Si por un golpe de suerte olvidara todo mi pasado y tuviera la oportunidad de comenzar de cero... pero también olvidaría los momentos alegres y a las personas que me han querido, y a las que amo con locura como a mi hija.
Corriendo y corriendo paso por el lado de algunas personas que sonríen, cual será la razón?, quizás ellos en algún momento también tuvieron problemas, como los habrán superado?
Me avergüenza reconocer que he pensado en soluciones drásticas, mi mente de la cual me sentía orgulloso ahora esta nublada, se que en alguna parte esta la respuesta pero no la encuentro.
Sigo corriendo, mis energías comienzan a agotarse, no puedo detenerme, no puedo!!! Necesito continuar hasta que en algún momento me de cuenta de que he olvidado porque comencé a correr.
Me siento abandonado, todos lucen indiferentes al dolor ajeno... pero ellos no saben que sufro. En algún momento alguien se dará cuenta que lloro? me detendrán para ayudarme o para ofrecerme ese abrazo que necesito tanto?
Pero me doy cuenta, la solución no esta en ellos, esta en mi, tengo que encontrarla...
Me pregunto: que pensaré en el futuro cuando recuerde esto?
Lo inevitable llega, debo detenerme y al hacerlo me doy cuenta que el dolor sigue ahí y ahora tengo que emprender el camino de regreso, cansado y aun dolido con mi dolor a cuestas…

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